El diario de Úrsula K

O gata mais maluca do mundo.

22 agosto, 2006

Singing in the bed


(leer cantando sin una música en particular, ya que tampoco rima)

Tengo una amiga
Que se llama Ana líiia
Que come mielcitas en cantidad
Mientras habla en japonés con su mamá!
Le rompo las medias de día
Pero de noche duermo a su lado
Porque huele a sopa china y a coco
Y ocupa poco espacio!
Hasta que viene mi (amado) dueño y me echa
A mi pieza me patea y me abandona
Y yo extraño a mi amiga con corbata
Rasguñarle, acariciarla y morderlaaaaa.


Pepeepepepepeeeee. Yeah!

Ahora quiero Golomiau... ché ¿alguien tiene Golomiau?

15 agosto, 2006

Yo recomiendo: Videos

The Joker de Fatboy Slim


Esto sí que es televisión verdad.

14 agosto, 2006

Soy tu fan


Yo solo miro las de Travolta. Es un churro...

11 agosto, 2006

Princesa Mode: ON

Había un sapo gordo y sabio qe me contaba historias en el campo mientras yo lo miraba atónita con mis ojos por entonces chiquitos. Hablaba de reinos y princesas pero a menudo huía antes de terminar: es que yo me entusiasmaba cada vez que se movía y quería saltar con él y perseguirlo. Él ya era viejo para esos trotes y creo que temía que mis uñas desinflen su barriga...

A veces me despierto queriendo ser princesa de cuentos. Me pongo mi collar e imagino a mi príncipe que llegará cantando para irnos felices de caza de perdices. Pero esperar no es para mí, así que hice un casting; perder mi esbelta figura no me preocupa pues controlo mi natalidad -my body, my choice- así que estoy lista para un romance digno de la realeza.

Los finalistas resultaron ser:


Matute y Valijo son lindos -claro, son iguales a mí- pero se me hace que para eso, mejor salgo con un espejo. Además, el dueño de Valijo me quiere sacar las pulgas y me pone nerviosa. En cambio, Cartonero...

El Señor Sosa y toda la cuadra lo detestan pues se escurre en los pasillos y desparrama las bolsas de basura, deambula por las calles en busca de aventuras, se para ante mi puerta y me susurra versos que sólo yo comprendo. Cuando robó los calamares creí que sería el fin y entonces supe, en mi fatal preocupación, lo mucho que lo amaba.

Que Cartonero sea el elegido traerá adrenalina a mi vida y molestias a mi familia. Sé que intentarán separarnos, sé que intentan patearlo y alejarlo pero juro que un día daré un salto bien fuerte y caeré en sus brazos: ningún picaporte en este mundo osará interponerse entre una gata princesa y sus perdices.

09 agosto, 2006

Castigo


Hay momentos odiosos en la vida de un felino. Y tengo a quién culpar, pero por las dudas no digo nada. Aun necesito mi Cat Chow.

08 agosto, 2006

Sweet dreams


Y si, a veces me gusta dormir acompañada.

05 agosto, 2006

Por dentro


I´m Batman!

He llegado


Cuando llegué no imaginaba cómo sería la vida lejos del campo. Era un viernes de verano, bajé escoltada de mi carruaje y un chico me recibió, con los brazos abiertos. Dijo con sus ojos cálidos, a pesar del frío de su color, que no hubiera sobrevivido mucho tiempo en el campo. Yo creo que me subestimaba: las gatas como yo nacimos para conseguir cualquier cosa que querramos, y él pronto lo sabría.

Mi escolta a casa resultó ser un señor noble de bigote con quien siempre compartimos un ritual igual de noble. A veces es carne, otras jamones o bondiola; de a ratos parezco tener una conciencia acerca de dónde vienen los manjares, creo haberlos visto en otro estado, sucios y gigantescos. De todas formas, mi lengua ansiosa por saborear jamás se preocupa demasiado por pensar en tales cosas...

La señora de pelo del sol es la esposa del señor de bigote; los dos viven juntos en el mundo de Abajo, al que temía visitar al principio. Ella me trajo regalos de bienvenida apenas llegué a casa: un collar rosa de princesa, una pelota y una mascota ratón. Dudo ser princesa pues el collar me pica un poco y perdí mi mascota por ser irresponsable; la pelota es sin embargo mi más preciado bien. Rueda y rebota estruendosa y puedo yo rodar tras ella, es sin duda el sinónimo más perfecto de diversión y además me permite despertar a todos cuando juego temprano en las mañanas. Muejeje.

Mi vecino de al lado se llama Bruno el Doctor. No lo comprendo demasiado pero la convivencia es buena desde que logré acostumbrarme a su gusto por cargarme, pasearme, lanzarme y fotografiarme. Igual hay algo en él que a menudo me preocupa: creo que tiene un extraño fetiche por una cabeza de caballo que temo un día cobre vida y pretenda comerse mis orejas.

El chico de los ojos cálidos color frío se llama Bosque y vive sobre un prado extensamente verde. Allí tomo mis siestas con él todas las tardes y sueño que descanso ligera sobre plumas. A veces me sorprendo en la vigilia con plumas blancas y pequeñas asomando por entre mis bigotes, es que mis sueños deben ser muy reales...