El diario de Úrsula K

O gata mais maluca do mundo.

07 septiembre, 2006

And if he left off dreaming about you...

Yo no conozco Buenos Aires, salvo por lo que veo a través de la ventanilla del carruaje cada vez que voy al campo. Sin embargo, me he informado: Bosque me cuenta dónde hacen los mejores tostados, sé que hay subtes que hacen perder a Bruno el Doctor y también leí paisajes de un tal Arlt, aunque todavía no sepa qué significa "aguafuerte".

Parece ser un lugar inmenso donde todo sucede rápido y sin pausa. Su color es el gris matizado por el sol, no tiene un clima sino vientos, el otoño la hace brillar, infinitas piernas la transitan, piernas en las que podría enredarme. Documentos que me han llegado me hacen verla también como el mejor lugar para una siesta:

Y hasta ellos, en un alto, descansan:


¿Tan cómoda será Buenos aires que provoca dormir? ¿Algún misterio milenario habrá dotado sus calles de propiedades somníferas que nosotros rescatamos? Quizá los porteños corran apurados detrás de su destino ignorando de qué hilos pende realmente, quizá la ciudad toda esté hecha a imagen y semejanza de lo que vemos cuando soñamos nosotros, los gatos.

Bosque pregunta: -¿Y si se mueren?- Qué manía de preguntar pavadas sin respuesta: siempre habrá un gato gordo durmiendo acurrucado en algún lado.